PODOLOGÍA GERIÁTRICA
Más del 80% de las personas mayores necesitan cuidados de un profesional de la Podología de una manera periódica.
En la actualidad el mayor nivel y las mejores condiciones de vida, la buena alimentación y los avances farmacológicos y médicos hacen que la gente viva más años y, en consecuencia, que haya que cuidar más no solamente los órganos vitales sino también aquellas partes del organismo que son imprescindibles para tener una mínima calidad de vida, como es el caso de los pies.
Es fundamental tener en cuenta que la patología del pie del anciano es muy amplia, de forma que, con frecuencia, las personas mayores suelen padecer una o varias alteraciones en sus pies. Este se debe a los efectos de enfermedades congénitas o adquiridas, del envejecimiento y del estrés impuesto por actividades y ocupaciones a lo largo de la vida. Todo esto es aplicable también a la población que, sin ser mayor, no goza de una completa independencia.
La lista de enfermedades con potenciales manifestaciones podales entre las personas mayores es larga. En muchos casos el pie puede ser el lugar primario de aparición e identificación de síntomas y complicaciones, como ocurre con enfermedades osteoarticulares, gota, artrosis o neuropatías diabéticas.